Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, estas se adhieren al área dañada y se distribuyen a lo largo de la superficie para detener la hemorragia. Al mismo tiempo, pequeños sacos ubicados al interior de las plaquetas (gránulos) liberan señales químicas.
Estas sustancias químicas atraen a otras plaquetas al sitio de la lesión y provocan su aglutinamiento para formar lo que se conoce como tapón plaquetario (a este proceso se le llama agregación).
De esta forma. se previenen enfermedades cardiovasculares y ACVs en personas con factores de riesgo cardiovascular o con antecedentes cardíacos.