Prevención y tratamiento de las manifestaciones seniles de orden general tales como: capacidad corporal e intelectual reducida, cansancio, desgano, falta de concentrción, trastornos de sueño, rigidez senil, prurito senil, climaterio femenino y viril, depresión, irritabilidad, estados carenciales de vitaminas y minerales propios de la vejez o causados por stress, alimentación deficiente o incompleta, reconvalescencia retrasada.
En personas jovenes: stress psiquico, capacidad de concentración deficiente, fatiga, descenso en el rendimiento físico o mental.